sábado, 26 de abril de 2008

Ahora soy rubia. O menos morocha. Y me corté el pelo y, como siempre, lloro por tomar decisiones tan impulsivamente. Lo que sea, el pelo crece y yo sigo siendo una diosa. Adoro que me laven el pelo. Y este nuevo muchacho no sólo me lo lavó sino que también me hizo masajes en la cabeza. Ay por Dios! Quiero casarme contigo! Claro que eso sólo lo pensé. No se lo propuse en ningún momento.
La cosa es que estoy agonizando del dolor. Como Wu. La muela me está matando, tengo la boca hinchada y he suspendido mis salidas a causa de este dolor insoportable. Necesito algo. Algo.

No hay comentarios: