martes, 25 de agosto de 2009

Había experimentado con un brownie. De los de caja. Y hasta mi chico se sorprendió de lo rico que me había salido (y de no haberlo quemado, y de no haber quemado la casa, etc.) Entonces pensé que me había amigado con la cocina y hasta busqué recetas de tortas porque, ingenuamente, creí que podía considerarme una buena cocinera. No es que me interese...pero no sé...como que tenía ganas de asumir mi rol de ama de casa. Todo bien...el brownie me quedó espectacular a pesar de que las instrucciones de la caja decían que debía dejarlo en el horno 30 o 40 minutos - instrucción que me pareció sumamente confusa debo admitir - así que lo dejé 35 minutos para no tener que enfrentarme a la difícil decisión de si debía dejarlo 30 o 40.
Mis días de cocinera terminaron ayer cuando me di cuenta que hasta hacer un café es un deporte de alto riesgo. Pongo el café, pongo la cafetera en el fuego. Espero. Espero. Espero. Carajo, cuanto tarda este café. Espero. Olor a quemado. Ni me calienta. Espero. Espero. Espero. Humo. Mucho humo. Olor a goma quemada. Más humo. Percibo que algo anda mal...Fuck, me olvidé de poner el agua.


Chau cafetera. Que en paz descanse.

4 comentarios:

Lollipop dijo...

Por favor! Estamos iguales!! Yo soy incapaz de hacer tostadas en el horno, me olvido y las quemo, TODAS LAS PUTAS VECES!!

meki dijo...

Jajajaja. Me alegra que haya alguien tan colgada como yo. La gente no entiende cómo me olvido las cosas y las termino quemando. Podríamos juntarnos y cocinar algo, no? Ji

Anónimo dijo...

Jajaja, que bol...!!!. No entendiste bien cuando te explique como hacer café!!!.
Creo que resalté la parte de acordate de poner agua! y me deliraste diciendome... OBVIO!

meki dijo...

Jajajajaja. Si...en el futuro tengo que tener en cuenta que de lo obvio es de lo que más me olvido