Que te diga que fui a pasear a mi perra y que nos cruzamos con un golden y te contara que éste tenía una obsesión incontrolable con meter su hocico en mis partes íntimas, no es algo que no puedas creer. Los perros hacen esas cosas.
Que además te cuente que este perro estaba alzado, no con mi perra sino conmigo, a tal punto que mi pierna fue violada tantas veces que es mejor ni recordar, tampoco es tan díficil de creer. Todos alguna vez fuimos abusados por un perro alzado.
Pero si encima te cuento que este perro, después de que la dueña se lo llevara atado al otro lado de la plaza, logró safarse de su correa, salir corriendo hacia donde yo estaba parada ignorando toda clase de orden emitida por su dueña, saltar arriba mío y seguir dándole a mi pierna sin descanso...eso ya no es algo que te pase todos los días.
3 comentarios:
Nooooooo! Me parece que un perrito está enamorado de vos! jajaja
in cre i ble
jejejejej una anegdota graciosa
debe ser el perfum quizas
xoxo
Creo que todos conocemos a tu perrita... no es dificil de creer que un perro alzado ni la miró jajajaj
Publicar un comentario