Estoy tan feliz que me da fiaca quejarme. Aunque tengo tantos motivos para quejarme y la queja es tan tan fácil que podría quejarme nomás. Pero estoy tan feliz que me da fiaca quejarme. Mi esencia es quejosa. Me da fiaca mi esencia. Debo concluir. Sabelo que soy feliz. Aunque llore mientras escucho Maná. Aunque llore por perros de ojos tristes que no puedo adoptar. Maldita gente que hace que los perros tengan ojos tristes. Mi perra tiene ojos de loca, pero siempre contentos, te lo aseguro. Me doy cuenta porque mueve el rabito a una velocidad casi imperceptible a la mirada. Mi can es feliz. Porque come Eukanuba. Y porque se la garchan en la plaza. Debe ser por eso.

Mi felicidad es una suma, como para todos. Y mis quejas casi ni restan. No me interesan mis quejas. Hoy no me quejo porque es mi franco. Y porque es mi franco tampoco me voy a bañar. Mi felicidad es definitivamente una suma. Quisiera enumerar. No voy a enumerar. Son demasiadas cosas.