Reite de mi. Burlate. Decime que te gusta como escribo. No te creo. Es un complot de todos ustedes en contra mía. Para reírse de mi más tarde. Los conozco. Quieren hacerme creer algo que no es. Pero yo soy viva, muy viva, y no voy a caer en sus jugarretas mentales.

Cosas de las que se hablan. Al pasar. Cosas que decimos. Que digo. Me seguís diciendo que las escriba. Me seguís diciendo que soy graciosa. Te reís de mi? TE REÍS DE MI? Pero no conmigo. O conmigo? No importa. Me voy a comprar una libreta y un bolígrafo para llevar en la cartera. El bolígrafo quizás sea rosa. O quizás tenga un muñequito en la punta que se mueva cuando escribís. Y una libreta floreada de hojas rayadas porque soy incapaz de escribir derecho si las hojas son lisas. O quizás deberían ser lisas para que las ideas no estén tan ordenadas. Me gusta el desorden. Lo disfruto. En todos lados menos en mi casa. Y así tendría una libreta en la cartera para cada vez que se me ocurra algo ingenioso. Y cada vez que se me ocurra algo ingenioso lo escribiría en mi libreta floreada de hojas lisas para el desorden. Porque la verdad que tengo un montón de ideas ingeniosas que son tan pero tan ingeniosas que ni da para olvidarlas.

Entonces te digo. Que motivos de ruptura tengo de sobra, pero la falta de humor encabeza la lista por mucho. Esto es motivo de ruptura: cuando estás con alguien mirando tele y la persona que tenés al lado se ríe de una propagando que es super estúpida. Eso es definitivamente motivo de ruptura. No puedo estar con alguien que se ríe de chistes malos. No puedo.