Si hay algo que me pone del orto -si, ya se, todo me pone del orto- pero si hay algo que realmente me pone del orto malllll, es la gente que come en el colectivo. Me pone de muy mal humor estar viajando con alguien masticándome al lado. Obvio que hay una jerarquía de alimentos consumibles (o no) en el colectivo que va desde lo aceptable hasta lo absolutamente inaceptable y, además, completamente innecesario.

Que te comas un alfajor o unas galles está bien. Se acepta. Te dio hambre en el camino, paraste en un kiosco, justo vino el bondy...se entiende.

Que comas una fruta o un yogur no sólo que es inaceptable sino que también es una elección bastante estúpida. A ver... si te dio hambre por lo menos comé algo que te llene y si no querés algo que te llene, no te comas una fruta, comete un alfajor. La elección de la fruta/yogur, a mi entender, no tiene ningún sentido. Uno debería valerse de esos alimentos únicamente si no hay ningún otro alimento disponible y si no existe ningún tipo de expectativa de poder encontrar alguna otra cosa comestible cuando se llegue a destino.

Por último, y absolutamente inaceptable, es que te comas una hamburguesa o, peor aún, que saques el taper de la cartera y te pongas a comer las sobras del día anterior. Es algo que no entiendo. Cuánto dura tu viaje en colectivo? 12 putas horas??!!!

Anyway...todo esto para contarte que hoy viajé en el colectivo con una mina al lado mío comiendo un durazno o damasco (nunca supe cual es cual). Y lo comía como si fuera la última comida de su vida y se le chorreaba el jugo por todos lados y, honestamente, tuve que controlar con todas mis fuerzas las ganas de golpearla.

Esa fue mi buena acción del día. No pegarle a esa muchacha. Asquerosa.