Tampoco es que haya algo para contar. La verdad que dejó de importarme. Eso es lo bueno (o lo malo) de mis estados de ánimo. Son completamente cambiantes e imposibles de predecir. Hoy pienso algo pero mañana tranquilamente puedo pensar todo lo contrario. Es que a veces me detengo a pensar. A veces me hacen pensar. Y pienso. Y me doy cuenta de cosas. Me doy cuenta que quizás confundo amor con aburrimiento. Me doy cuenta que necesito estar enamorada porque adoro estar enamorada aunque realmente no lo esté. Me doy cuenta que añoro caricias con sentimiento, palabras dulces y algún que otro Te quiero. Que extraño que me halaguen, que me digan que soy linda, que tengo lindo cuerpo, que doy buenos besos y que tengo suave la piel. Quiero eso. Lo necesito. Pero no lo tengo. Él no lo dice. Él no lo siente. Por eso es imposible estar enamorada de él.
Podría estarlo. En distintas circunstancias. Pero el amor si no es de a 2 es imposible de mantener.
Por eso te digo.
Que no es sólo sexo pero tampoco es amor. Que adoro tu compañía porque no es abusiva ni invasiva. Que te quiero pero no te necesito. Que no sos mi media naranja porque no me falta una mitad y no hay una mitad tuya que quisiera descartar. Menos para complementarnos. Porque no somos complementos de alguien más. Porque me gusto entera. Porque me gustás entero.
Por eso te digo. Sawabona. Y sólo eso.

1 comentario:
Sawabona está feliz. ¡Larga vida a Sawabona!
Publicar un comentario