domingo, 29 de enero de 2012

Aclaremos poco así confundimos más. Demos respuestas abiertas para dar lugar a la mala interpretación. Hagámosnos los que no escuchamos o los que no entendemos para poder excusarnos mejor. Y no nos hagamos cargo de nuestras palabras. Y no nos hagamos cargo de nuestros sentimientos. Siempre el mejor camino es la negación. Digamos verdades a medias y mentiras completas. No nos preocupemos por si nuestro accionar lastima a quien tanto queremos. Porque podemos borrar con el codo lo que escribimos con la mano. Porque tenemos la suerte de que a las palabras se las lleva el viento. Y convenzámosnos a nosotros mismos de que somos dueños de la razón.


Porque siempre el mejor camino es la negación.

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