sábado, 16 de febrero de 2008

Cuando creo que soy incapaz de cometer más boludeses, vuelvo a sorprenderme a mi misma. Ok. Tengo una excusa y es excelente. Estaba apurada porque llegaba tarde a una cita. La cosa es que en el apuro volví a hacer lo mismo. Y llegué a mi casa 5 horas después y la planchita estaba prendida arriba de la cómoda. Lo que me llama la atención y que no logro entender es porqué mierda prendí la planchita si ni siquiera me planché el pelo. Anyway...la cómoda no se quemó porque había dejado la planchita arriba del comprobante de pago de los finales...el cual, por supuesto, quedó un poco quemado. No sé que pensás vos, pero para mí es una clara señal de que no tengo que rendir un carajo.

2 comentarios:

Lollipop dijo...

Está clarísimo. Clarísimo que no es casualidad que hayas dejado la planchita sobre el comprobante de los finales. Caradura! Anda a estudiar!

Anónimo dijo...

Jajajaja...pero no quiero!!