martes, 15 de abril de 2008

Es una fija. Si creo que tengo que ir hacia la derecha, entonces seguro seguro tengo que ir hacia la izquierda. Me pasa un 90% de las veces. El 10% restante sólo logro orientarme porque el lugar me es familiar. Solía preocuparme este problemita con la orientación espacial, pero ahora lo acepto como parte de mi personalidad. Creo que me parezco a George. Y parecerse a George es gracioso.
Como aquella vez que fui a Blockbuster con mis chicas (en una de esas noches de pelis, pochoclos quemados y el Gin Tonic de mi cuña) que al salir, doblé hacia el lado del estacionamiento y no hacia la calle. O más recientemente, a fines de hacer una salida dramática, doblé con mi bebé en brazos hacia Charcas a pesar de que la parada del colectivo está en Güemes. No te diste cuenta de eso, pero yo putié por haber arruinado el drama con mi desorientación. Por eso te digo, si vas a un shopping conmigo, nunca me dejes sola porque es muy probable que nunca encuentre la salida. Si estamos en la sede de Córdoba de la UP, no me dejes bajar las escaleras sola porque nunca logro llegar a planta baja y lo más probable es que suba y baje hasta encontrar a alguien que me oriente.
Por suerte solo en pocas ocasiones me perdí tanto que no sabía donde estaba. Juro que solo una vez me perdí en Panamericana y la loma del orto intentando llegar a mi casa desde Villa Crespo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Tenés una beba?

Anónimo dijo...

No, anónimo, mi bebé es mi play. A ella me refería.

Lollipop dijo...

Sos un peligro piba, comprate una Guía T!!

Anónimo dijo...

Jajaja...ni eso me ayuda