viernes, 11 de abril de 2008

Mis palabras cambian con el tiempo. Dependen de mi estado mental. No sé si está bien lo que estoy por hacer pero nadie más piensa en las consecuencias. Estoy fría, vacía y desvinculada. Porque así me conviene ser. No es que no tenga sentimientos...es que los sentimientos no sirven de nada. Estoy harta de la inmadurez, de la inestabilidad y de vivir a los demás. La extraño. Sufro por ella y temo que le suceda algo. Sólo en estos momentos. El resto del tiempo sé que está en buenas manos. Pero ahora sólo puedo pensar en que le fallé y en que está lejos de casa.
Tengo a Mika en mi casa. Y estoy perdidamente enamorada de él. Quiero pedirle que se case conmigo y que cantemos juntos sus canciones alocadas.
Cambiando de tema, esta semana tuve extrañamente mucho levante lésbico. Me hizo pensar un poco...si sigo así con los hombres...

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