jueves, 4 de diciembre de 2008

Así que no lo busco. Porque ni me interesa encontrarlo. Y porque tengo el amor fácil y me encanta enamorarme de cada uno que conozco. Y desenamorarme en la segunda cita. Y enamorarme de nuevo. Y querer casarme con un bombón cordobés que es increíble bombón y que viene sólo para verme a mí. Y después se va. Y después me olvido aunque quiera que sea mi esposo. La mejor relación ever. La mejor relación que tengo ganas de tener.

Y si no fuera garca te abrazaría. Aunque estés transpirado. Pero no sé como continuar. O sé que con vos no puedo actuar como lo hago con los demás. Así que me limito a mirarte, histeriquearte, desfilarte y preguntar sobre vos. Y sólo eso. No necesito nada más.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

“tengo el amor fácil”(escribiste) ... ¿Es es posible?, ¿Uno puede estar tan seguro de ello sin caer, de forma inconsciente, en una profunda y adolescente soberbia? No sé, en realidad no estoy tan seguro. De lo que sí estoy plenamente convencido es que una persona puede amar sin ser feliz, o ser feliz sin amar; no obstante, lo cual, amar y ser feliz, al mismo tiempo, es algo prodigioso y poco común.
Más adelante, y siempre refiriéndome a tu último texto (¿?), planteas de forma bastante poética la posibilidad de casarte con alguien con quien estás en contacto, según lo que vos decís, cuando viene sólo para verte. ¡Advertencia!. No te olvides que siempre es más fácil quedar bien como amante que como marido; porque es más sencillo ser oportuno e ingenioso de vez en cuando, que todos los días… no vaya a ser que por impulsos te condenes al aburrimiento eterno!; igualmente, y sin ánimo de ofender al género, creo –humildemente- que las mujeres llegan a la convicción de que son amadas, más por lo que adivinan, que por lo que realmente les dicen los hombres.
Por otro lado, eso de “mirarte, histeriquearte, desfilarte etc.”, en lo que a mí respecta está muy bien; pero, por lo poco que he podido ver de vos, me parece que podrías utilizar otras armas de seducción mucho más interesantes como la distancia, la displicencia, tu inteligencia, que se yo.
No te aburro más. Está bueno lo que escribís, es algo ciclotímico y con un toque de verborragia, pero sincero. Me gusta. Me gustas y mucho.
Me voy, porque el secreto de aburrir a la gente consiste en decirlo todo.

Guillermo.

Anónimo dijo...

Nunca pensé que nadie le prestaba tanta atención a lo que escribo. Jeje. Me alegra que te guste. Te mando un beso. Ehhh...te conozco?