martes, 16 de diciembre de 2008

Estar aburrida en la puerta del restaurante. Contarme los moretones que tengo en las piernas. Demasiados. Y dos picaduras de mosquito que pican ocasionalmente. Bastante arriesgada en elegir ponerme pollera con los pelos que tengo. No me importa. Quizás los moretones distraen la atención.

Salir del restaurante a las 12 de la noche y ponerme los anteojos de sol. Pensar que es raro que esté tan oscuro. Sacarme los anteojos sólo para fijarme si está nublado. Decirme a mí misma: "Qué raro que esté tan oscuro si el cielo está estrellado". Darme cuenta de la super boludez que acababa de hacer. Ojalá nadie me haya visto. Quizás en los próximos días haga mi recorrido por otras cuadras.

Pelearme con el celular en el colectivo. Maldito no responde. Se queda tildado y no responde. Pienso que es nuevo, que hasta el momento nunca se me cayó y siento fuertes deseos de que el celular tenga cuello para poder ahocarlo. Me doy cuenta que si saco la batería quizás pueda revivirlo. Igual ya fue. Lo odio.

Hoy me quejo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenisimo lo de los anteojos!... menos mal que era lunes, talvez no hay tanta gente por la calle!... Igual, te imagino, y despues te reis de mi cuando viajo con el boleto de otro colectivo en la mano, jajaja.

Besos!!!
Millie

Anónimo dijo...

Jajaja...si...había poca gente...espero que no me haya visto ninguno del rest...mañana me enteraré je.

Verónica Frágola dijo...

buenisimo lo de los pelos y los moretones, nunca lo habia pensado asi... tendre que hacerme algunos golpes... me da fiaca depilarme a veces y con este calor no quiero usar pantalon.
Salutes