Me doy cuenta de lo histriónico de mi personalidad. Casi que me gusta. Casi que me molesta ser tan dependiente. Y la verdad es que debe haber cosas mucho peores.
Y a pesar de ser una mina que se ríe todo el tiempo de absolutamente todo, de a poco, así como la reina a veces se queda sin abrazos, yo me estoy quedando sin risas.
Me detengo un minuto y pienso que no soy yo sino que el resto de las personas de repente dejaron de resultarme graciosas. Pero no. Soy yo con el humor traicionado. Es que una sola persona te puede cambiar la vida. Y cuando hay varias personas presentes - ausentes, la vida puede tornarse irreconocible. Quiero amigos en el trabajo, quiero a mi amor que vuelva a ser mi amor con su perfecta sonrisa, quiero a un amigo que me cuente de panes que asustan en forma de gallina que me haga reir durante días.

Es que una sola persona te puede cambiar la vida.