martes, 11 de enero de 2011

Las cosas claras para que no haya problemas. Y después no resentirnos por creer que él quería lo mismo. La noche hot es re hot pero debo confesar que me incomodan los saludos. Me encuentro con él y pienso en cómo se supone que debo saludarlo. Si debería darle un beso en el cachete, un pico, chapármelo a full, manosearlo, darle un apretón de manos. No me decido. Así que pongo la cara media de costado pero no del todo para que él tome la decisión de si el beso debe ser en el cachete o en la boca. Tristemente él siempre elije el cachete. Está bien. No me voy a quejar. Yo soy la cobarde que le deja la decisión a él. Pero la verdad que si después vas a estar 3 horas garch...(ok, no lo voy a decir, mi mamá lee este blog), el saludo debería ser con un beso en la boca. Mínimo. Con un poco de lengua para demostrar entusiasmo. Con el beso de despedida medio que estamos un poco, casi de acuerdo. Y estamos de acuerdo porque yo le dije que me tenía que dar un beso en la boca. Así que me da un pico. Un pico frío, seco, corto. Un pico "te doy un pico porque vos me dijiste que te lo tenía que dar". Pero bue, pico al fin.

Las cosas claras para que no haya problemas. Yo le digo que estoy enamorada de él y él me dice que no está enamorado de mí. Y estoy bien con eso. Lo puedo controlar. Porque entiendo el tipo de relación. Porque él fue lo suficientemente honesto conmigo como para evitar que yo flashee cualquier cosa. Así que no flasheo nada. Pero igual estoy enamorada de él. No es un casi enamoramiento. No es un pseudo enamoramiento. No es un "porque él no me da bola" enamoramiento. Estoy profunda y patéticamente enamorada de él. Igual, la verdad, medio que es divertido tener un amor imposible. Me siento motivada.

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