jueves, 3 de febrero de 2011

No lo confesé. En el momento que pasó. Quizás por vergüenza. Quizás por culpa. No lo sé. La realidad es que no lo quise confesar.

Pero es hora de que lo sepan.

Se los debo. Porque las 7 veces anteriores estuvieron pendientes de lo sucedido y ofrecieron palabras de consuelo. Es momento de decir la verdad. Ustedes se la merecen.

Minguito VIII ha muerto. Por causas naturales (si entendemos por causas naturales a la falta de agua, claro).


Ya se que todas las veces anteriores prometí regar mis plantas, hablarles, quererlas y comprarles masetas divertidas. No hace falta que me lo recuerden, lo se muy bien.


Ahora tengo una planta que se llama Ñata y que es muy feliz. La saludo todas las mañanas y en ocasiones le cuento de mi día. Decidí cambiar el nombre para romper con la tragedia. Pero la verdad que extraño tener un Minguito.

Así que si. Esta es la verdad. Minguito IX será regado diaramente, tendrá una maseta de colores y será receptor de mis más divertidas conversaciones.



Y va a ser una planta de albahaca. Minguito Albahaca. Number nine.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pobre Ñata!, no sabe la que le espera...