jueves, 8 de septiembre de 2011

Ok. Mi inseguridad movió mis dedos y me nubló el pensamiento. Es que estoy loca. Tannn loca. Odio los cambios. Me caen mal. Entro en crisis, me pongo del orto y me deprimo. Definitivamente soy mala para sobrellevar los cambios. Lo admito y me esfuerzo para modificarlo. Ok. No me esfuerzo un carajo. Es que mi vida no es divertida si no tengo por lo menos una razón para sentirme miserable.
Vino y ahora se va. Como lo habíamos planteado en un principio. Era una convivencia fugaz, tan fugaz como mis estados de ánimo. Pero ahora quiero que se quede. Casi para toda la vida. O quizás un poco menos, onda, un par de meses más. Me gusta su compañía y su presencia no invasiva. Y atenderlo. Ufff, como me gusta atenderlo. Pero pensando con más claridad logro ver que la cercanía no hace a nuestra amistad. Por lo tanto, la lejanía no va a poder romperla.

Karma para vos también. Que todo pasa por una razón. Y si a vos te está pasando lo mejor, definitivamente es porque te lo merecés.

No hay comentarios: