lunes, 17 de octubre de 2011

Cuesta. Como me cuesta. Soy insoportable hasta darme cuenta que todo el mundo me odia y ahí decido que tengo que hacer cambios. Bue, mentira. Tengo que hacer cambios sí. Pero nadie me odia. Cómo me va a odiar alguien si soy lo más copado que existe? Soy linda, inteligente, divertida, graciosa. Si yo fuera hombre y me conociera, enseguida me casaría conmigo. Y sería feliz toda la eternidad. Así de copada soy. No te miento.
Ayer le contaba a mi encargado lo mala que soy cocinando. Le hice una tortilla a un amigo que sinceramente no estaba buena pero él se la comió igual haciéndome creer que realmente le gustaba. Ese tipo de mentiras me gustan (sus otras mentiras me caen para el ojete pero ya aprendí a aceptarlas). Mi encargado me dice: No hay nada que sepas hacer bien?. Este tipo de comentarios, que en mi humilde opinión debería meterse en el orto o por lo menos no compartirlos conmigo, me hacen pensar que es verdad que no tengo ningún tipo de habilidad. Mi primera reacción fue contestarle: Por qué no sacás el pito y te demuestro lo que se hacer bien? Pero no le contesté eso. Por miedo a quedar como una trola y, por más miedo aún, a que él acepte mi propuesta sexual.
Pero tengo habilidades. Claro que las tengo. Las enumeraría. Pero la verdad es que son muchas y no quiero provocar envidia en mis lectores.

Anyway, me compré una malla y no puedo creer lo buena que estoy. No se puede creer lo bien que me queda.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, vengo por lo de la mamada...

Meki dijo...

Bue