martes, 29 de noviembre de 2011

Que se me terminen los días y se me alarguen las noches. Que los días se compongan de mañanas. Que mañana sea completamente distinto. Que hoy haya sido el último día y que el fin del último día no sea el comienzo de nada. Y que se olviden de mí. De mi voz, de mi cara y de mis palabras. Y que no piensen en mí y que desaparecer no modifique nada.
Que mi cabeza no me cuente más mentiras. Que mi boca no te engañe con palabras. Que mi piel no te desee aunque imposible. Que una enfiestada te resulte irresistible. Y cambiar. Y dejar de ser. Y dejar de estar. Y volver renovada. Como yo pero sin ser yo. Como yo en versión mejorada. Y que la normalidad no me ahogue ni me aburra. Y que la normalidad aparezca y no se vaya.

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