sábado, 31 de diciembre de 2011

No soy de hacer balances a fin de año. No me propongo metas ni me prometo no cometer errores ya cometidos. No hago juramentos para dejar de fumar, dejar de comer ni para ejercitarme más. No planeo terminar la carrera, ni comenzar otra ni tengo en mente nuevos proyectos.

En general no soy así. En mi pasado no fui así. Pero a veces es necesario cambiar. Para cortar con la rutina, para probar algo distinto, para mejorar.

Seamos mejores. Ese es mi deseo en este nuevo año que comienza. Definitivamente tenemos que ser mejores. En todos los aspectos de la vida. Con todas las personas que nos rodean. Seamos siempre lo mejor que podamos ser y demos de nosotros todo lo que nuestro potencial nos permita.

Y amemos más. Abracemos y besemos más. Digamos más palabras de amor y de afecto. Halaguemos y elogiemos. Veamos el lado positivo y pensemos con optimismo. Aprovechemos cada momento como si fuera la última oportunidad que tenemos para hacer algo o para estar con alguien. Porque, de hecho, cada momento es una última oportunidad. Riamosnos más. Riamosnos hasta llorar. Lloremos hasta reír. Lloremos para que no haya tristeza adentro nuestro. Y seamos agradecidos por lo que tenemos y no nos lamentemos por nuestras carencias. Tengamos la mente más abierta, mucho más abierta, y aprendamos a no juzgar.

Y seamos felices. Seamos plenamente felices.

Los amo. De corazón.

Por un 2012 espectacular.

1 comentario:

Loli dijo...

Hermosas palabras! Son mis mismos deseos para este año, que bueno que lo pusiste en palabras!