domingo, 26 de septiembre de 2010

Ella dice. Yo concuerdo. Blog, no te doy más bola porque cada vez que se me ocurre algo ingenioso lo escribo en Facebook. Pero he decidido volver a los orígenes, a cuando ninguna palabra estaba prohibida, ninguno pensamiento era censurado. Siempre dije la verdad porque mentir implica mucho más laburo. Es un trabajo completo. Es mentir, saber mentir y no olvidar la mentira. Y, como sabrás, mi memoria almacena una cantidad muy limitada de información por lo que recordar una mentira además de ser casi imposible, sinceramente me da mucha fiaca.

Así que confieso. De todas las verdades que dije quizás ésta en realidad no sea verdad. Quizás es mentira disfrazada de verdad para conformarme, para convencerme. Quizás es verdad que no quiero que sea verdad porque sería más divertido que no lo fuera.
Así que confieso. Desde ahora en más soy sin sexo. Porque ningún hombre motiva ni que me saque las medias. Aunque en realidad haya un hombre que motive mucho más que eso. Pero él se saca las medias por otra. Y la verdad que me importa pero tampoco tanto.

Llueve afuera. Llueve en casa. La idea de poner una pelopincho en el medio del living ahora no parece tan alocada. Desearía haberlo hecho.

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