He mantenido conversaciones más fluidas y más coherentes con Ñata, debo admitir. Por lo menos ella no malinterpreta lo que digo y entiende que una pregunta es simplemente una pregunta y que la respuesta admite 2 únicas formas: si o no. Y no hay muchas más vueltas que darle al asunto. Yo pregunto, vos respondés. Es bastante básico y no requiere de ningún análisis exhaustivo. Pregunta-respuesta-respuesta a la respuesta (que depende de la respuesta, claro).

Jamás pido explicaciones. No me interesan. Si te explicás es porque querés y que quieras explicarte no va a hacer que a mí me empiece a interesar tu explicación. Es un bonus que vos ofrecés pero que nadie te pide.

Lo que sea. A la mierda con todo. Pero no es eso lo que me molesta. El sexo es sexo y se consigue en cualquier lado. Me molesta que se confundan mis motivos y que se tergiversen mis palabras. Mi pregunta nunca tuvo intención de reclamo ni de prohibición. Es que en tu libertad -la cual celebro y comparto- quizás hay cosas que yo no me quiero bancar. Y no me voy a bancar. Y es mejor siempre mantener las cosas en claro.

Obvio que se quien sos. Por eso te quiero tanto.