jueves, 14 de julio de 2011

Me volvió el alma al cuerpo (?). Después de una semana sin calefón, éste ha vuelto a la vida por propia decisión y pude bañarme. Por media hora abajo del agua calentita. O sea, no es que estuve una semana sin bañarme. Me bañé, claro está. Pero no en mi casa. Y no es lo mismo. Tengo la sensación de que cuando me baño en mi casa quedo mucho más limpia que cuando me baño en casa ajena. Soy feliz. Hasta que se vuelva a apagar obvio.

De la emoción ya no puedo escribir más. Me voy a lavar los platos. Esto es vida!

1 comentario:

La hija de la Lagrima dijo...

Totalmente de acuerdo. Hace un tiempo se rompió el termotanque de casa y por 1 semana me tuve q ir a bañar a lo de una amiga...una mierda.
El baño es un momento fundamental en la vida de cualquier ser humano. Mi hijo, en cambio estaba feliz (tiene 11 años y esta en "esa" etapa mugreril)

Beso!